Mi abuela y su amor por las plantas, que por aquel entonces nos traía de cabeza, fue lo que empezó todo.

Su frenética actividad nos enseñó a ver que la vida está llena de sabores, colores y aromas: buena cocinera, buena jardinera y buena hortelana.

Todo lo que tocaba, plantaba o cuidaba crecía y crecía hasta conseguir maravillosas flores silvestres, delicadas rosas de jardín, macizos de plantas aromáticas… ¡¡¡Y su Huerto!!! Un huerto a modo de salvaje jardín que era la envidia de quienes lo visitaban; dulces fresas, tomates con sabor (¿habéis probado un tomate recién cogido de la mata?) Injertos de melocotoneros que pacientemente nos enseñó a realizar, o girasoles que iban volteando al sol,…

Eran los veranos que pasábamos en el campo, en lo que considerábamos una férrea disciplina impartida por la abuela, y en los que no éramos conscientes de la libertad que teníamos para andar todo el día enredando entre pinos, descalzos, en bañador y con una caña como toda ayuda. La imaginación se desbordaba……

Nos empeñábamos en hacer infinidad de cabañas, cada vez más sofisticadas que  realizábamos con lo que veíamos a nuestro alcance: ramas, hojas, piedras, arena…

Construcciones que nos hacían soñar que éramos mayores. Decoradas con flores y jugando a ser los perfectos anfitriones, como cuando invitábamos a “los mayores” ofreciéndoles nuestros auténticos tesoros: moras de los zarzales, piñones e incluso cebolletas silvestres de alrededor.

Estos manjares los colocábamos en laboriosas estructuras de juncos y hojas hechas por nosotros o en piezas que encontrábamos en el bosque; bases de troncos huecos a modo de fuentes, piedras planas como platos, y por supuesto…  el regalo de bienvenida, una guirnalda de hojas naturales.

La pandilla era gloriosa, Raúl y Laura (yo misma) como auténticos jefes del grupo (la edad era una categoría), Virginia, Carol, Iván, Beatriz, Eloy, Josue y la benjamina Ishtar, que nos seguían en maratonianos días de juegos. ¡¡¡Así empezó todo!!!, estas pasiones crecieron y se instalaron en Naranjas de la China.

El blog de NDLC nace para poder compartir contigo TODOS y CADA uno de nuestros pensamientos, ideas o sueños.

Os enseñaremos nuestros trucos, a nuestros colaboradores, un día de trabajo o esa fecha tan especial que tanto nos encanta decorar.

Te puedes unir a nosotros con tus ideas y tus pensamientos, todo lo que te gusta tiene cabida aquí.

Laura Ruano Gamella